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Recibir un diagnóstico de TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) para tu hijo puede generar una mezcla de emociones: preocupación, alivio, incertidumbre e incluso miedo. Es natural que te preguntes qué significa este diagnóstico para el futuro de tu hijo y cómo puedes ayudarlo a navegar los desafíos que se presenten. Sin embargo, es fundamental recordar que un diagnóstico es solo una etiqueta, una herramienta que nos ayuda a comprender mejor las necesidades de nuestro hijo, pero que no lo define como persona.
En este artículo, te invitamos a ir más allá del diagnóstico y a adentrarte en el mundo de tu hijo con TDAH, comprendiendo sus fortalezas, sus retos y la mejor forma de apoyarlo en su camino.
El TDAH no es simplemente una falta de atención o un exceso de energía. Es una diferencia en la forma en que el cerebro procesa la información, regula las emociones y controla los impulsos. Los niños con TDAH no son "malos" o "perezosos"; simplemente experimentan el mundo de una manera diferente.
A menudo, el TDAH se asocia con dificultades, pero es importante reconocer que también puede ir acompañado de fortalezas y talentos únicos, como:
Creatividad: Muchos niños con TDAH tienen una gran imaginación y creatividad.
Energía: Su alta energía, bien canalizada, puede ser una gran ventaja en actividades físicas y creativas.
Espontaneidad: Pueden ser muy espontáneos y divertidos.
Resiliencia: A menudo desarrollan una gran resiliencia al enfrentarse a los desafíos diarios.
Hiperfoco: Aunque se distraen con facilidad, también pueden concentrarse intensamente en actividades que les interesan, un fenómeno conocido como hiperfoco.
Empatía: Contrario a lo que se cree, muchos niños con TDAH son muy empáticos y sensibles a las emociones de los demás.
Para apoyar a tu hijo, es fundamental comprender los desafíos que enfrenta en su día a día:
Dificultad para Mantener la Atención: No se trata de falta de voluntad, sino de una dificultad real para filtrar estímulos y concentrarse en una tarea específica.
Impulsividad: Actuar sin pensar puede llevar a problemas de comportamiento o dificultades en las relaciones sociales.
Inquietud Motora: La necesidad de moverse puede ser intensa y difícil de controlar, lo que puede afectar su desempeño en la escuela o en otras actividades.
Dificultades en la Organización y Planificación: Las tareas que requieren organización y planificación pueden ser especialmente desafiantes.
Frustración y Baja Autoestima: Las dificultades académicas y sociales pueden generar frustración y afectar la autoestima del niño.
Comunicación Abierta y Empática: Habla con tu hijo sobre su TDAH, explícale cómo afecta su cerebro y valida sus sentimientos.
Establecer Rutinas y Estructuras Claras: Un entorno estructurado y predecible puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar la concentración.
Reforzar las Conductas Positivas: Elogia y recompensa a tu hijo por sus esfuerzos y logros, por pequeños que sean.
Dividir las Tareas en Pasos Más Pequeños: Las tareas grandes pueden ser abrumadoras. Divídelas en pasos más pequeños y manejables.
Utilizar Ayudas Visuales: Las listas, los calendarios y otros apoyos visuales pueden ayudar con la organización y la planificación.
Fomentar la Actividad Física: El ejercicio físico regular puede ayudar a canalizar la energía y mejorar la concentración.
Colaborar con la Escuela: Mantén una comunicación fluida con los maestros de tu hijo para implementar estrategias de apoyo en el aula.
Un psicólogo especializado en TDAH puede proporcionar a tu hijo y a tu familia las herramientas necesarias para manejar los síntomas y desarrollar estrategias de afrontamiento.
Un diagnóstico de TDAH no define a tu hijo. Es solo una pieza del rompecabezas que te ayudará a comprenderlo mejor. Al enfocarte en sus fortalezas, comprender sus desafíos y brindarle el apoyo que necesita, puedes ayudar a tu hijo a prosperar y alcanzar su máximo potencial. Recuerda que no estás solo en este camino. Busca el apoyo de profesionales, familiares y amigos para construir un entorno positivo y enriquecedor para tu hijo.
¿Quieres comprender mejor a tu hijo con TDAH y aprender estrategias para apoyarlo?